El machismo expresa una actitud de dominio y superioridad que pretende someter a las mujeres a su antojo, manipulándolas de tal forma que de alguna manera incluso ellas no notan en qué momento se envolvieron en ese sometimiento y lo aceptaron como parte de sus vidas; es así como los años pasan y la mujer sigue siendo tratada como si fuera un ser débil o inferior al cual se le ha cohibido de muchos derechos propios no solo del sexo masculino como tal sino de los seres humanos.
Si se trata de ver la gran problemática que se encuentra acerca de este tema hay que comprender que esto afecta de diversas maneras, es decir es un problema social en el que se debe ayudar juntos, hombres y mujeres de la mano para que aquella conducta sea modificada desde la niñez temprana y posiblemente vaya desapareciendo en las próximas generaciones dando lugar a la igualdad que tanto necesita el país, pero esto es como lo expresa María Castañeda en su libro El Machismo Invisible Regresa “Que los varones sólo sepan "cosas de hombres" y las mujeres "cosas de mujeres" crea personas con sólo la mitad de las habilidades que requiere la vida moderna. En el campo laboral, el llamado techo de cristal sigue impidiendo que las mujeres lleguen a los puestos ejecutivos más altos; y, en la vida pública, la representación popular sigue siendo, muy mayoritariamente, un asunto de hombres. Para que esto cambie, no basta con mejorar la condición de las mujeres. Ya no se trata de "darle oportunidad a las mujeres", quienes ya han demostrado con creces su capacidad intelectual y laboral. Lo que se requiere ahora es cambiar las reglas del juego en todas las áreas de la vida; y, para ello, es indispensable la participación de los hombres. "
Ahora bien, el machismo viene forjándose desde la antigüedad cuando se consideraba por innumerables pueblos que la menstruación era una impureza y el semen un estimulante o vivificante. De esta manera se entiende que lleva mucho tiempo existiendo y arraigándose como un patrón de comportamiento y se hace urgente que se actúe ante este tipo de problema que afecta a la sociedad moderna en muchos aspectos.
A los hombres desde muy temprana edad en el hogar, en la escuela y a través de los medios de comunicación se les han asignado actitudes, valores
y conductas que les guían y enseñan que deben ser fuertes, tener poder y mandar, es así como se empieza a formar futuros machistas que querrán imponer sus propias leyes y conductas en sus hogares.
Un importante aporte lo hace el Dr. Jaume Cañellas en su foro El Machismo No Nace, Se Hace “El machista no nace, se va haciendo poco a poco, desde los primeros años de su vida con lo que ve y lo que oye a su alrededor. El entorno escolar y la familia influyen en sus comportamientos violentos, que a veces aparecen con sólo doce o trece años.”
Cuando las madres consideran que hay actividades exclusivas para hombres y otras para mujeres, como las tareas del hogar (barrer, cocinar, planchar,…) y que las mujeres no deben realizar tareas que impliquen el uso de la fuerza, es así como se les impone a los hijos que asuman actitudes y no se les permite ser diferentes y cambiar lo que ya viene mal tan solo porque se siente supuestamente normal como parte de la vida cotidiana sin notar que era precisamente esto lo que hoy en día se rechaza ante la sociedad pero que no se puede cambiar. Entonces es cuando todos se preguntan ¿es esto lo que realmente se quiere para los hijos?
“No permitas que los cambios se trunquen por la ignorancia”.
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